REFLEJO

Tecnica: Acrilico y spray sobre lienzo

Medidas: 100x100x5 cms

Año: 02/2025

“Reflejo” es una obra que captura la esencia efímera de un atardecer, un momento en el que el día se despide y la noche comienza a desplegar su manto estrellado. Realizada con gesso acrílico y técnica de espátula, esta pieza es un testimonio de la interacción entre la luz y el agua, así como de la serenidad que se encuentra en la naturaleza. En el horizonte, un sol radiante se oculta lentamente, sus rayos dorados se desvanecen en un espectáculo de colores que van desde los cálidos naranjas y amarillos hasta los suaves lilas y azules. Este juego de tonalidades no solo evoca la belleza del ocaso, sino que también simboliza la transición y el cambio, recordándonos que cada final es, a su vez, un nuevo comienzo. El agua, en su calma, actúa como un espejo que refleja la magnificencia del sol y el cielo, creando una simetría visual que invita a la contemplación. Las ondulaciones sutiles de la superficie acuática añaden una dimensión de movimiento y vida, sugiriendo que, aunque el sol se oculta, su luz sigue presente, transformándose en un reflejo que perdura en la memoria. Las tres barcas en el horizonte son un elemento clave en esta composición. Representan la travesía de la vida, cada una con su propia historia y destino. Su presencia evoca una sensación de soledad y conexión, recordándonos que, aunque cada uno de nosotros navega por su propio camino, todos compartimos el mismo vasto océano de experiencias y emociones. La técnica de espátula utilizada en esta obra aporta una textura rica y palpable, invitando al espectador a acercarse y explorar cada capa de color y forma. “Reflejo” no solo es una representación visual, sino una meditación sobre la introspección, la búsqueda de la paz interior y la conexión con el entorno. En este sentido, la obra se convierte en un espacio de reflexión, donde el espectador puede perderse en la belleza del momento y encontrar un respiro en la agitación de la vida cotidiana. “Reflejo” es un homenaje a la naturaleza y a la capacidad del arte de capturar lo efímero, invitándonos a apreciar la magia de cada atardecer y a recordar que, en cada despedida, hay siempre un destello de luz que perdura.